tag:blogger.com,1999:blog-1746074759396918119.post3928265918969718913..comments2009-02-28T13:21:01.597+01:00Comments on Cuaderno de 3ºA: Historias con moralejaANAhttp://www.blogger.com/profile/03525140308386079192noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-1746074759396918119.post-64562587578645386772009-01-27T20:53:00.000+01:002009-01-27T20:53:00.000+01:00Dámaris me ha gustado mucho tu historia.Dámaris me ha gustado mucho tu historia.Albertohttps://www.blogger.com/profile/02844928084623302281noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1746074759396918119.post-33256905789573859162009-01-27T20:51:00.000+01:002009-01-27T20:51:00.000+01:00LA DIGNIDADHablando el Conde Lucanor con Patronio,...LA DIGNIDAD<BR/><BR/>Hablando el Conde Lucanor con Patronio, su fiel consejero, le dijo que estaba muy preocupado por algo que quería hacer, pues, si acaso lo hiciera, muchas personas encontrarían motivo para criticárselo; pero, si dejara de hacerlo, creía él mismo que también se lo podrían censurar con razón. Contó a Patronio de qué se trataba y le rogó que le aconsejase en ese asunto.<BR/>-Señor Conde Luconor- dijo Patronio-, me gustaría mucho que pensarais en la historia de lo que le sucedió a aquel hidalgo de Guadalajara. Aconteció hace muchos años pero aún me acuerdo muy bien. <BR/>“Era yo muy chico, cuando sucedieron los acontecimientos que a continuación voy a relatarle. Bien, contaba yo con seis o siete años, cuando llegó un señor a la posada que regentaba mi madre, que en paz descanse, en mi pueblo. Lo recuerdo muy bien. Era una muy fría noche de invierno, en la que nevaba sin cesar y parecía que el diablo iba a entrar por la puerta en cualquier momento. Pero en vez de ser el diablo, entró un pobre hombre helado de frío. Apenas podía caminar, puesto que sus piernas estaban tan heladas que parecía obra del mismísimo Lucifer. Mi pobre y bondadosa madre le ayudó a reponerse, llevándole hasta el gran fuego que Doña María, mi tía, había encendido en la cocina. Pasase él toda la noche frente al cálido fuego. <BR/>A la mañana siguiente, cuando el hombre se hubo despertado, nos dio las gracias, puesto que mi madre le había salvado de la muerte. Una vez el hombre hubo terminado de comer aquel desayuno que, con lo poco que teníamos le había preparado mi madre, aquel señor nos contó su historia. <BR/>Por lo que nos dijo, el señor se llamaba Miguel y era un hidalgo originario de un pueblo cercano. Por lo que nos contó, este hidalgo residía en Valladolid y venía a visitar en su tierra a su madre que estaba muy enferma. No nos contó nada más en los siguientes siete días y siete noches que el hidalgo se hospedó con nosotros.<BR/>La verdad, ni mi madre ni yo comprendíamos por qué aquel hidalgo no reemprendía la marcha. Pasaron todos esos días, seis en total, hasta que mi madre, llena de curiosidad, le preguntó la razón por la cual no se marchaba. Pero mi pobre madre no obtuvo respuesta. <BR/>Aquel mismo día un llegó un jinete al pueblo y se detuvo ante la posada. Aquel señor resultó ser un emisario del Conde de Hita que entregó una carta al hidalgo. Cuando el hidalgo, sorprendentemente, abrió la carta en nuestra presencia y la leyó para sus adentros se echó a llorar. Mi madre le preguntó por qué un hidalgo como él lloraba tan desconsoladamente. En esta ocasión mi madre sí obtuvo respuesta. El hidalgo le contó la verdadera historia de su viaje a Guadalajara.<BR/>Por lo visto él no era de la provincia sino que era de Valladolid. La verdadera razón de su viaje era que se había enamorado de una de las hijas del Conde de Hita. <BR/>Hacía unos meses que en un viaje de la doncella a Valladolid, este había quedado enamorado de ella. Y tras pedir consejo a algunos amigos suyos, ni corto ni perezoso, el hidalgo pidió la mano de la hija del conde a su padre, quien montó en cólera porque un hidalgo le había pedido la mano de una futura condesa. Este la rechazó y fue fuertemente criticado por toda la ciudad quien supo esto en varios días. Unos le criticaban por su tremenda osadía. Otros, los mismos que le habían aconsejado a lanzarse, ahora le criticaban por haberlo hecho de tal forma que el conde se enfadara tanto. <BR/>Y ahora el hidalgo estaba en la provincia para conseguir la mano de aquella doncella. También nos contó que en la carta que el Conde le había escrito había una amenaza de muerte si el hidalgo se acercaba a Hita. <BR/>Mi madre quedó muy impresionada por la historia y preguntó al hidalgo qué iba a hacer entonces. Este le contestó que por mucho que le criticaran y amenazaran, él iba hacer lo que le dictaba el corazón y su cabeza tras haber sopesado los riesgos de la amenaza. Y esto era, aunque la gente le criticara, conseguir a esa doncella porque se había dado cuenta de que hiciera una cosa o la otra le iban a criticar diciendo que era un osado o que era un cobarde. Pero cómo él tenia dignidad, al menos lo iba a intentar”. <BR/>“Señor conde si vos habéis entendido la historia, os habréis dado cuenta de que haga lo que haga habrá gente que os critique, por lo que a mi modo de ver vos debéis sopesar las consecuencias de vuestros posibles actos, y hacer lo que el corazón y vuestro propio interés os digan”.<BR/><BR/><BR/>Alberto Recio Mayoral (3ºA)Albertohttps://www.blogger.com/profile/02844928084623302281noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1746074759396918119.post-45711979624890059782009-01-27T20:02:00.000+01:002009-01-27T20:02:00.000+01:00Eso es, muy bien, Dámaris. ahora, a ver qué dicen ...Eso es, muy bien, Dámaris. ahora, a ver qué dicen tus compañeros.ANAhttps://www.blogger.com/profile/03525140308386079192noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1746074759396918119.post-406875101745322242009-01-26T21:38:00.000+01:002009-01-26T21:38:00.000+01:00¿es así como se supone que tiene que quedar?-Dámar...¿es así como se supone que tiene que quedar?<BR/><BR/>-DámarisANAhttps://www.blogger.com/profile/03525140308386079192noreply@blogger.com